No existe mejor referencia que los eventos sociales, para tratar de entender algo tan simple y antiguo como la importancia de los socios estratégicos. Principios comerciales tan básicos y necesarios para lograr de manera correcta nuestros objetivos; son afectados porque ahora parece que todo viene del “hágalo usted mismo”. Frases patrióticas y de auto-ayuda como “Somos mexicanos, somos chingones”; dan pie al nacimiento de conferencistas forzados, ingeniero-vendedores, diseñadores-analistas y otras personalidades que no se adaptan apropiadamente al redoble de esfuerzos fuera de sus zonas como expertos. Los resultados de las ecuaciones sin forma, dan resultados ambiguos -por no decir inútiles-, porque tirando las cartas cualquiera puede llegar a tener -por estadística elemental- la oportunidad de ganar en el gambling, lo que no asegura el mercado.

De las bodas y XV años todos hemos vivido experiencias enriquecedoras, pero aceptémoslo; nos hace falta ser sinceros. Y es que estamos acostumbrados a escapar de los problemas dando palmadas en la espalda al otro. Por eso no hay ningún vendedor que critique al vendedor conferencista que tiembla y suda cuando habla en público, pues de lo contrario, se perdería a ese que nos protege de no ser nosotros quien deba estar ahí. Aunque podemos estar equivocados… (que se entienda el sarcasmo), el vendedor estrella debe ser por lógica; buen conferencista. Pero parece que es imposible pedir o buscar a la persona apropiada para la tarea apropiada, y es así como se presenta uno de los peores enemigos del Marketing en la industria: la pérdida de socios estratégicos correctos. Creemos que las bodas las debería realizar alguien experto en bodas, para no tener que dar palmadas falsas algunos y a otros no nos duela ser sinceros.

Resulta cierto que la razón de ser de un departamento de Marketing Interno en la industria, comparte elementos esenciales con la razón de ser del resto de los departamentos en toda la red de cualquier empresa, lo que hace fácil confundir las atribuciones de algunos departamentos dentro de éste otro, y parece siempre que estructuralmente todos somos soporte y brazo derecho de Marketing. Por eso terminamos cargando lonas o entregando folletos, aunque seamos ingenieros o contadores, saben también todos que pueden contar con cualquiera para exponer en una conferencia, o que el jefe de sistemas termina haciendo las presentaciones de ventas y alguien de finanzas es quien las presenta -porque a veces son relaciones comerciales muy serias-. Nadie está acostumbrado a un departamento de Marketing enriquecido con información, independiente y capaz de obtener resultados tangibles y medibles; es terreno que hay que recuperar, implementar acciones adecuadas con capital humano adecuado.

Hablando así de claro -y generalizando sólo para ser práctico-, dentro de los departamentos de Marketing, los Socios Estratégicos resultan ser el Enemigo Perfecto. Se crean así millones de novelas internas en la industria, en su mayoría graciosas pero resultan ser un monstruo devorador de buenas posibilidades, un ir y venir de información que no tiene dirección, y nace de cualquier otro departamento; los socios estratégicos internos y expertos, los que pueden todo, con y sin camiseta. ¿Es ridículo, no? ¿Por qué acá no aplica el dicho: lo barato sale caro? Y ya mejor no hablamos de resultados, queda claro.

Por todo esto, expertos de marketing; cuando requieran de una personalidad que deba llenar un escenario, logística para operar en recintos, talento humano; como escritores, cantantes, conferencistas, científicos o cualquier otro, personaje o necesidad, -aunque suene trillado- piensen FUERA DE LA CAJA. Y si se trata de temas de Marketing Industrial por favor piensen FUERA DE LA EMPRESA. El objetivo es entregar un resultado específico, medible, con posibilidades comerciales para la empresa y crecimiento para la misma, no hay ningún secreto, lo que no existe es ambición y valor. Busquen lo que necesitan, contraten y háganlo bien, las cosas suceden de forma extraordinaria cuando se auxilian de un experto y principalmente esto le dará la razón de ser al departamento de marketing como un verdadero aliado dentro de la empresa.

En una embarcación no seremos timón, seremos vela apuntando de manera elegante hacia donde mejor convenga, según el timón lo sugiera.

¿Es ridículo, no? ¿Por qué acá no aplica el famoso dicho: lo barato sale caro? Y ya mejor no hablamos de resultados, queda claro .